andamos por los hospitales porteños, por que se meten con nuestra comida, estamos en riesgo porque nos dan medicamentos vencidos, porque tenemos un solo baño que nos quieren quitar, porque la plaza está llena de ratas en la ciudad de Buenos Aires, porque llega el otoño y nuestros reclamos no se resuelven
12-03-11
Somos miembros de la Comunidad Qom de La Primavera, Formosa. Nos encontramos luchando para hacer visibilizar y que se atienda nuestro reclamo de tierras, justicia por las muertes de nuestros hermanos Mario y Roberto López, salud, acceso al agua a través que nos den las herramientas para hacer nuestros pozos, terminar nuestro molino, resarcimiento por las viviendas y pertenencias quemadas, que nos restituyan los DNI y nos lo permitan tener a quienes nunca nos los entregaron en la vida; en Avenida de Mayo y 9 de Julio de la ciudad de Buenos Aires, desde hace tres meses.
Félix Díaz solicitó en conferencia de prensa ayuda especialmente por el caso del DNI de su nieto, que tiene 10 años, pagaron 3 veces por él en Formosa, y como represalia por la lucha que lleva su abuelo, nunca se lo dieron. Habiendo estado dos semanas en Buenos Aires no se lo pudieron dar tampoco, el niño volvió a su tierra sin documento a pesar que estaban enterados del reclamo organismos de DDHH, legisladores, Defensoría, Poder Ciudadano, y toda la gente que escuchó la conferencia, nadie pudo hacer nada contra la decisión de hacerlo no existir para el estado, a él y a muchos otros argentinos en la misma situación. Ante esto, el padre manifiesta que ha perdido las esperanzas en que su hijo pueda tener alguna vez su documento. En la misma situación está todavía mucha gente en la carpa y en la comunidad y en las comunidades indígenas de todo el país, que padecen desnutrición, desmontes, usurpaciones, lo mismo que nosotros. Con quienes queremos unirnos para crecer unidos, con más fuerza y que por fin tengan que respetarnos de igual a igual, en nuestras formas democráticas y horizontales de decisión, sin tratarnos como a bichos de estudio, imagen exótica de almanaque, objeto de caridad, receptores de sobras y migajas, que si no lo aceptamos y exigimos igualdad, nos persiguen y nos quieren exterminar.
Reclamamos seguridad para los integrantes de la comunidad, basta de infiltrados políticos y de organizaciones que quieren manipularnos y sacar provecho de nuestra necesidad en nuestro nombre, información para estudiarnos y usarla en nuestra contra para que no nos podamos organizar, denunciar, exigir justicia, llamar a ser tenidos en cuenta en nuestra sabiduría y ejemplo, para nunca tener que respetarnos, en nuestras actividades, decisiones y conocimientos desde nosotros mismos.
El trato para bien debe ser de frente y honesto, con las intenciones planteadas de modo claro, la solidaridad debe ser desinteresada, sino es prebenda, el trato respetuoso, sin imponer formas de comunicación que no son las nuestras, ni actividades que no llegamos a conversar y decidir entre todos, como nosotros sabemos hacerlo, entre iguales, en nuestro idioma.
También la policía de Formosa sigue presente en nuestras tierras, y acosando a la familia de Félix Díaz ¿a dónde tendremos que ir a reclamar para que esto ya no sea así? Es al corazón de los responsables de estas cosas que nos dirigimos, y les pedimos que ya no insistan, porque se trata de la vida o la muerte para nosotros, y no dejaremos de luchar mientras estemos vivos, que en cada cosa que somos, será siempre, si hay conciencia que lo asuma, y sino no estaremos ninguno ¿qué sentido tiene tratar de arrastrarnos a eso cuando en vez de resistir y sufrir, y otros hacernos la vida imposible, podríamos disfrutar y florecer todos juntos?
En la carpa en Buenos Aires se ha acercado gente atrevida que se mete a tocar nuestra comida diciendo que ayuda a cocinar, y que ha echado en ella tanta cantidad de un picante, locoto, que al ingerirla provocó que uno de los miembros de la comunidad termine internado y dos mujeres atendidas en la guardia. También nos ponían cosas en nuestro tereré que nos dormían la boca y nos generaban temblor e ira. Todavía tenemos secuelas por las heridas y golpes que nos dieron durante la represión del 23 de noviembre, donde nos llevaron presos, y nos tuvieron 5 días sin atención y sin comer. A uno de los jóvenes de nuestra comunidad se acercó una persona y convidó una bebida que le produjo ardor en los ojos, dolor de estómago, por lo cual debió ser llevado en ambulancia al hospital.
Estos son hechos reiterados que se dan en la carpa, desde gente que se acerca diciendo que viene a ayudar, pero intenta llevar a nuestros jóvenes a cosas indebidas, haciendoles pasar por este tipo de cosas, siendo tan atrevidos que por más que les pidamos que respeten, que se aparten vuelven a insistir.
Por si todo esto fuera poco el día viernes por la mañana, una persona diciendo que es farmacéutico nos trajo medicamentos vencidos, por suerte lo notamos, no los ingerimos.
Padecemos persecución, amenazas, este tipo de ataques e intrusiones en nuestros lugar de lucha, además de en nuestra tierra, y falta de respeto. Somos personas que en nuestro lugar caminamos kilómetros para sacar el agua del estero, vivimos con el monte que es nuestro supermercado y farmacia, nos cuesta mucho mantenernos en Buenos Aires, hacer visible esto a todas las personas para que conozcan lo que está sucediendo aún hoy desde hace 519 años, que estamos vivos, hacemos cosas, tenemos nuestras costumbres y cultura, nuestro idioma, música, filosofía, arte, tenemos nuestra organización, comunicación, forma de producir.
La ayuda que pedimos es honesta y desinteresada, solidaria, por una lucha justa, pedimos que ya no nos quieran dañar, y poder integrarnos y sumarnos con respeto a la vida e historia de la Argentina, de igual a igual. Mucho hemos tenido que padecer para sobrevivir, a todos los pueblos originarios nos pasa lo mismo, y no queremos más eso, no estamos contra nadie, pero por favor no estén más contra nosotros, déjennos existir, dejen existir a nuestro medio de vida, permítannos tener las herramientas y medios para hacer las cosas como necesitamos, sabemos y decidimos hacer, como es nuestra costumbre, en comunidad, no queremos quitarle nada a nadie, ni molestar a nadie, sino integrarnos desde lo que somos, sin perdernos, encontrándonos entre quienes sentimos igual, aunque seamos diferentes en cosas del pensamiento, pero no de la naturaleza, de todos lados, quienes puedan darse cuenta, para hacer posible una forma de coexistir mejor.
Tratarán de intoxicarnos, insistirán en no respetarnos, pero nosotros seguiremos luchando por la tierra, la vida, sacando a la luz los atropellos para unirnos con quienes estamos por lo mismo y que sepan que no tememos frente a los atropellos y la amenazas, que no seremos complices de los que mandan nuestros opresores a dañarnos, con el silencio, si perdemos la tierra, la vida, la historia, la cultura, la perderemos todos, incluso aquellos que nos obstaculizan y tratan de manipular nuestra lucha para objetivos que no son el nuestro, el de todos los seres vivos de la tierra, vivir con ella. Queremos la tierra, porque amamos al vida, a nosotros mismos a cada uno, no queremos tratar mal a nadie, ni que lo hagan con nosotros, aprendemos el idioma de quien nos invade, sus costumbres, para poder comunicarnos, valoramos sus cosas buenas tratamos de sumar e integrar, pero es muy poca la reciprocidad, solo hay imposiciones. Comprendan por favor que tenemos lo propio también, y no es una forma por más difundida, o porque la usen gente que se cree dueña del poder, que solo la naturaleza puede tener , más importante y respetable que la otra. Aprendemos mucho y agradecemos, queremos hacerlo, quienes y como somos nosotros también es valorable y digno de ser aprendido, lo fue durante milenios para nuestros ancestros, que son los de todos en esta tierra, con una experiencia y saber que es la historia de la vida de los seres humanos en la tierra, no nos impidamos más acceder a ella, o seremos siempre muy ignorantes y no sabremos apreciar lo que íntegramente somos, fuimos y seremos, si nos lo permitimos.
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