jueves, 23 de diciembre de 2010

Buenos Aires: Tobas inician huelga de hambre

Buenos Aires, 23 de diciembre (Télam).- El cacique Félix Díaz y otros cinco integrantes de la comunidad toba de Formosa iniciararán esta tarde una huelga de hambre al cumplirse un mes del asesinato de Roberto López, durante un desalojo policial en esa provincia.
“Entre las seis y las seis y media mataron a Roberto y nuestra manera de honrarlo, a un mes, es hacer una huelga de hambre para pedir justicia”, dijo a Télam Félix Díaz.
La protesta por reclamo de tierras se registró el 23 de noviembre pasado y debido a los hechos de violencia que tuvieron lugar, murieron un indígena de la comunidad La Primavera y un policía, y hubo varios detenidos, heridos y se incendiaron casas y documentos en la comunidad La Primavera, unos 170 kilometros al norte de la capital provincial.
La protesta, que comenzará a las 18 en una carpa ubicada en Avenida de Mayo y 9 de Julio, será acompañada por los indígenas qom Rubén Díaz y Sindulfo Caballero de La Primavera, Eduardo Meguesochi de Formosa, Florentino Palacios de Misión Laishi y Mauricio Paniagua de Ibarreta, según detalló el cacique.
“Vamos a pasar la nochebuena ahí y nos vamos a quedar hasta que tengamos respuesta”, dijo Díaz. (Télam)
Más información:
Un ruego de justicia

jueves, 16 de diciembre de 2010

Formosa: La represión que no cesa

Jueves 16 de Diciembre de 2010
Por Pedro Jorge Solans 


Las muertes de los aborígenes Qom, Roberto López y Sixto Gómez y la treintena de heridos que dejó días pasado la emboscada policial a la Comunidad Qom en el Paraje Primavera, en Formosa,  fortalece penosamente la realidad que la represión a los pueblos originarios no cesa a orillas del río Bermejo, y de la memoria histórica se eyecta la masacre de Rincón Bomba y tantos otros episodios. Pero a esta represión se le sumó un aditamento más. Si el chumbo que mató al militante del P.O. golpeó duro a Néstor Kirchner, estas muertes tobas lo hubiese noqueado. Por ello, este informe pretende ir al fondo de la matriz de lo sucedido en la provincia que de menemista pasó a duhaldista y terminó kirchnerista sin cambiar nada, ni ponerse colorada.




 ¿Cuánto tiempo pasó de la matanza de Rincón Bomba? Tan sólo 58 años ¿Qué cambió? Nada. Los que hoy volvieron a cometer crímenes de “lesa humanidad” no aprendieron nada de lo ocurrido en 1947, cerca de la ciudad de Las Lomitas, donde mataron argentinos de etnia Pilagá. ¿Qué informan al Gobierno Nacional que alza la bandera de no reprimir?¿Les dirán qué es fácil matar a un aborigen en Formosa?¿Les dirán que no tiene importancia, que vale la pena adueñarse de las tierras?  ¿O demostrarán que mastican las leyes como si fueran gomas de mascar en la Argentina del Bicentenario? ¿Qué sucede en esa franja de vida entre los ríos Bermejo y Pilcomayo? 

Según el coordinador del Centro de Estudios Sociales Nelson Mandela, Rolando Núñez, desde el 10 de diciembre de 1983, Formosa está gobernada por tres personas. Floro Bogado, Vicente Puga y el actual gobernador Gildo Insfrán. En ese marco entre los tres  fueron resolviendo la vida de los formoseños  o tomando las grandes decisiones políticas de la provincia, desde los escenarios que le tocaban a cada uno en cada momento. De esa forma construyeron la estructura política más sólida de la frontera más importante con Paraguay.  Esa construcción política fue sólida, compacta hasta que se produjo una fractura tan fuerte como los lazos que lo unían entre Gildo Insfrán y Vicente Puga, y Bogado tomó partido por Insfrán.  En ese marco, la concentración de las decisiones evolucionó a tal punto que desde hace bastante tiempo Gildo Insfrán significa la suma del poder público. No existe la división de poderes. 

El poder judicial es absolutamente adicto y está atado a las decisiones de los  intereses políticos del Gobernador. Los cinco miembros del Tribunal Superior de Justicia son absolutamente dependientes de la Casa de Gobierno, lo mismo ocurre con el Procurador General del STJ. La bancada justicialista del Poder legislativo formoseño es mayoría y funciona como apéndice directo de Insfrán que logró la posibilidad de ser reelegido indefinidamente. La mayoría de los intendentes formoseños son de Insfrán. De modo que la construcción del poder es absolutamente hegemónica porque además los dos Jueces Federales que tiene la provincia son hombres directos del régimen del gobernador. Por su parte, el líder del Movimiento de Organizaciones Sociales, (MOS), el sacerdote Francisco Nazar Anchorena, parafraseó al escritor uruguayo Eduardo Galeano para definir la situación formoseña. Dijo: “Vivimos una democradura con un gobernador que mantiene un pensamiento colonialista.” Precisamente, la aparición en escena de Nazar como un nuevo referente provocó un sismo social, y se fue perfilando una posible opción de cambio. Años atrás comenzó un proceso que podría sintetizarse como  la voluntad de sectores sociales y políticos de lograr un cambio en el proceso de democratización. Algo que está aún pendiente todavía en Formosa. Es decir, el pensamiento de quienes decidieron la matanza de Rincón Bomba hoy está vigente y gobierna Formosa. 


Francisco Nazar. 

“El incipiente liderazgo de Nazar generó enseguida una reacción en el entorno del Poder que fue materializándose mientras el cura se erigía como la figura que sintetiza la resistencia al régimen de Gildo Insfrán. Ese lugar también se lo adjudicó la opinión pública generalizada; y en ese contexto, varios sectores inorgánicos y organizaciones presionaron para que Nazar se volcase a la política”; señaló Nuñez. 

“Fue en una reunión multitudinaria que se llevó a cabo en el Obispado formoseño cuando Nazar  se comprometió a pensarlo, aunque expresó en ese momento que su tarea sacerdotal era lo más importante. Que no desconocía la realidad y  no evadía la responsabilidad que tenía frente a la comunidad formoseña. Con él  apareció la sensación de que se podía cambiar la realidad con participación. Aglutinando las voluntades, las energías y los esfuerzos en torno a la figura del cura; recordó el coordinador del Centro Mandela.

Esa visión tomó fuerza y se expandió desde Las Lomitas, pasando por Potrillo que es una de las localidades más pobres, ubicada en el límite con Salta; hasta en Formosa Capital donde se sabe perfectamente que Francisco Nazar es el peligro más serio que tiene el régimen autoritario, autocrático y antidemocrático de Gildo Insfrán. 
 Nazar no tiene reparos en decir que no hay democracia en Formosa, y se remite a imágenes del libro “Yo, el Supremo” del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos para ilustrar la conducta de Insfrán. “Son gobiernos que tienen una clase de mensaje para congraciarse con el Gobierno Nacional pero piensan como colonialistas. Son discriminadores, racistas y desprecian a los aborígenes. Siempre está en juego las tierras y los recursos naturales. Por lo tanto es necesario instalar un proceso de cambio que significa participar en las elecciones.”
Nazar se opone a una hipotética intervención porque afirma, “los formoseños tenemos que resolver este problema. Tenemos el año que viene las elecciones y tenemos de aquí en adelante  para debatir social y políticamente todos los cambios que hay que instalar.” Además piensa que las intervenciones tampoco mejoran las situaciones institucionales.



 En ese marco, y con Nazar en escena, la relación del Gobierno de Gildo Insfrán con las comunidades aborígenes fue desmejorando. Nazar implementó una tarea pastoral indígena que fue formidable. Incluyó en el  trabajo con las comunidades a las monjas, fundamentalmente a las que están en la región que va desde El Pozo del Tigre hasta el límite con Salta a lo largo de la orilla del río Bermejo. El  trabajo social que realizan es muy fuerte, de aglutinamiento con conciencia con respeto por la diversidad y no de amontonamiento. Las monjas coinciden también con la idea de la necesidad de una opción de cambio para la provincia, quizás sin decir en qué partido político o qué estructura electoral porque no tienen experiencia en ese terreno. 
 
La Primavera
 
En ese contexto de desmejoramiento de las relaciones entre el Gobierno de la Provincia y las comunidades indígenas a lo largo de todo el territorio formoseño aparece nítidamente la situación de las Comunidades Qom de La Primavera. El paraje está ubicado a 20 kilómetros de la localidad Laguna Blanca, donde nació y fue intendente Gildo Insfrán, comenzando así  su carrera política. 

Las propiedades comunitarias de los Qom alcanzan unas 6.500 hectáreas aproximadamente y el gobierno provincial decidió con el pretexto de una extensión universitaria crear un instituto de investigación científica vinculada con las entidades del agro, y  pretende ocupar un poco más de 600 hectáreas pertenecientes a  los Qom. En asamblea indígena resolvieron oponerse a la decisión del Gobierno y el Gobierno sostiene que tenía la autorización de algunos dirigentes indígenas. En otra  asamblea nuevamente los aborígenes ratificaron que no estaban de acuerdo y que iban  a proteger y defender la integralidad de la propiedad  comunitaria de La Primavera. 
La decisión de los Qom contó con el respaldo del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa), y obviamente, del Francisco Nazar que tiene una relación muy estrecha con Félix Díaz que es el dirigente indígena más destacado de La Primavera. Díaz fue calificado por Nazar como un profeta. Es un dirigente muy bien formado, con muchas convicciones, muy democrático, que funciona bajo un régimen permanente asambleario de consulta y de toma de decisiones políticas. 



Los Qom no fueron escuchados en ese trance de defender la integridad de la propiedad comunitaria, tampoco fueron atendidos, ni siquiera fueron recibidos, y la situación inevitablemente terminó en el corte de la ruta nacional 96. Pero el corte por demanda de diálogo se hizo con las características de los  cortes de ruta que hacen las comunidades indígenas; es decir son elásticos, permiten el paso cada tanto tiempo y tratándose de personas enfermas o con urgencias pasan. El corte duró casi cuatro meses y medio que está ese corte y antes de la emboscada, soportó hostigamiento policial, a través de efectivos uniformados y no uniformados, y presiones de toda índole, como que el Gobierno prohibió a los pequeños almaceneros de la zona del corte que vendieran mercadería y que no proveyeran agua a los manifestantes. La medida de fuerza comenzó en agosto cuando el calor empieza a apretar y en un lugar sin agua. 

Los aborígenes se resguardaban en pequeños ranchitos con elementos que encontraban a orillas de la ruta y mientras tanto iban rotando porque La Primavera está a dos kilómetros del lugar del corte. El martes, antes que se produjese el hecho tan grave que terminó en la muerte de un policía y de un aborigen, aunque los aborígenes afirman que los aborígenes muertos son dos, el segundo por una situación de salud directamente vinculada con el enfrentamiento, los medios de prensa planteaban, algunos en forma directa, otros solapadamente, que se acababa la paciencia del Gobierno con respecto al corte, y que o se levantaba o serían desalojados por orden judicial. 

En tanto, y ante tanta presión, la Comunidad de La Primavera interpuso una acción de amparo y logró una medida cautelar con el asesoramiento del Defensor Oficial Federal de Resistencia, Chaco, que debió actuar porque se excusó el de Formosa, y obligó al Gobierno formoseño de abstenerse de cualquier medida o cualquier tipo de hostigamiento. Naturalmente esas medidas judiciales no se acatan en Formosa, y menos en la esfera del todopoderoso Insfrán. El lunes, un día antes del sangriento hecho, se presagiaba lo que iba a suceder al día siguiente. El martes a la mañana se conoció una denuncia realizada por la familia Celia que tiene  su campo colindante con la propiedad de los Qom. Los Celia denunciaron un corte de alambres perimetrales y una supuesta usurpación de su propiedad. A raíz de esa denuncia llegó una comisión policial integrada entre quince y veinte efectivos con algunos integrantes de la familia denunciante y hacen disparos intimidatorios al aire, y la versión oficial, agregó la presencia de un fiscal adjunto, que los Qom niegan. Al respecto, el dirigente Félix Díaz señaló que los policías y los Celia llegaron solos.  Esto ocurrió durante la mañana del martes y cuando vieron que el amedrentamiento no dio resultado y la resistencia pacífica siguió sólida los policías se retiraron. 

Por la tarde, llegó un centenar de policías pertrechados con todos los elementos para situaciones de conflictos en espacios públicos, y pasaron literalmente por arriba a toda la Comunidad asentada en la ruta. El aborigen Roberto López cayó muerto por un disparo en la espalda y hubo más de treinta integrantes de la Comunidad golpeados y heridos. En tanto, La muerte del policía, que todavía no se sabe quien lo mató. Su cuerpo presenta impactos de proyectiles de calibres de armas que usa la fuerza policial. Mientras tanto, hay un expediente abierto en el Juzgado de Instrucción de la ciudad de Clorinda que es competente para intervenir en las cuestiones que pasaron en La Primavera, en donde una policía, que estuvo en el operativo de la tarde denunció haber sido abusada por aborígenes. La policía señaló que fue manoseada y que se intentó abusar de ella.

Cuando los hechos fueron repudiados en todo el país y los abogados del Centro Mandela tomaron la defensa de los Qom, el Gobierno armó una estrategia de defensa y en ese contexto el sábado 4 de diciembre pasado otra Comisión policial llegó a La Primavera generando pánico. Los policías quemaron todo el escenario de los crímenes. 
 
La situación post desalojo
 
El abogado Eduardo Davis del Centro Mandela empezó a organizar la defensa de las víctimas y anticipó que hay suficientes motivos para recusar al Juez de Instrucción que está interviniendo, y eventualmente, plantear la competencia federal o la incompetencia del Juzgado de Instrucción  de Clorinda. 

La intervención del Juzgado de Clorinda genera la siguiente reflexión: Que ese juzgado es dependiente de Gildo Insfrán, que ese juez va a orientar la investigación que se ha iniciado para deslindar cualquier tipo responsabilidad institucional y política del Poder Ejecutivo. Tratará de deslindar cualquier tipo responsabilidad del Juez que intervino en el desalojo y tratar de quitar toda la responsabilidad al personal y atribuir toda la responsabilidad a los aborígenes de la 
Comunidad. 

En ese contexto, Núñez dijo; “sabemos por fuentes serias que la estrategia del Gobierno, es minimizar los hechos que ocurrieron a través de los juicios que están en marcha en este momento. Tratará de estigmatizar las conductas de los integrantes de las Comunidades. Los acusarán de usurpadores, de violentos, que mataron a un policía, que trataron de abusar a una policía, intentarán presentarlos como inadaptados. El esquema de defensa del Gobierno para salir de esta situación compleja sería que había una orden judicial legal para sacarlos del lugar que estaban ocupando.” 

Por su parte, Insfrán hizo una ronda de consultas donde afirma que hubo una orden judicial para producir un desalojo de indígenas que estaban usurpando campos ajenos. Pero, simultáneamente a las afirmaciones del Gobernador, se plantea la posibilidad que la orden judicial no haya existido en el  momento en que la policía estaba actuando. En cualquiera de las dos hipótesis, Insfrán estaría planteando que no tiene nada que ver con el tema y que fue un funcionamiento equivocado de la Justicia Penal de Clorinda y que los episodios fueron lamentablemente resultados de la intransigencia de las comunidades indígenas que se sumó al error operativo de la policía. Insfrán opinó ante sus asesores que los hechos fueron tan penosos que sólo le resta de armarse de paciencia para que la opinión pública entienda que no tuvo nada que ver con la represión y que hay que reconstruir la paz social de la mano del Gobierno de Formosa.

http://www.eldiariodecarlospaz.com/2010/diciembre/15_12_10/di1015g.html

miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Se va acabar la costumbre de matar en nombre del progreso?

¿Cuanto vale la vida de un toba en Argentina? ¿Acaso vale más hoy que en 1924, cuando civiles y policías masacraron más de 200 indígenas en Napalpi (Chaco) que exigían el derecho a ser reconocidos como seres humanos con derechos? Para los verdugos es evidente que siempre vale menos que la bala que usan para matar, parafraseando a Eduardo Galeano. ¿Y para los sectores progresistas cuanto vale?

9 de diciembreDiego Domínguez |
¿Cuánto vale la vida de un joven ava-guarani de la Loma que mató a palos la seguridad privada del Ingenio San Martín del Tabacal en 2006? ¿Y la del viejo cacique wichi de Tonono que mata la policía de Salta en ese mismo año? ¿O la vida de aquel campesinito santiagueño de cinco años asesinado por el disparo de un guardia privado que custodiaba un campo? ¿Que habían hecho Fabián Pereyra, o José Galarza, o Mario Ezequiel Gerez? ¿Y Javier Chocobar de la comunidad diaguita de Chuschagasta asesinado ejemplarmente el 12 de octubre de2009 por los pistoleros de un terrateniente?
Estos casos, como lo ocurrido en la Primavera, Formosa, y con independencia de sus aspectos singulares, tienen un común denominador: se inscriben en el marco creciente de conflictos por tierra y recursos naturales en general, en tiempos de expansión de la frontera agropecuaria vía agronegocio y cosechas record para exportación (frente oleaginoso y ganadero-forestal). Según un documento del Grupo de Estudios sobre Ecología Política, Comunidades y Derechos (GEPCyD) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en el periodo post-devaluación de 2002, sobre un total de 243 casos de conflictos de tierras se registra algún tipo de violencia ejercida sobre la población local en el 37% de los mismos. Es decir, que en 93 conflictos ocurridos en esos años ha habido algún detenido, procesado, herido, amenazado con armas de fuego, torturado o asesinado. En estos casos están implicadas más de 6.000 familias, están en juego más de 1 millón de hectáreas, y los bienes en disputa son mayormente la tierra, el agua y el monte. Se han detectado 13 asesinatos y 59 heridos de gravedad. Las provincias que mayor índice de violencia presentan son Santiago del Estero, luego Salta y Chaco. Según el mismo estudio, el aumento de la violencia contra poblaciones campesinas e indígenas en el periodo democrático puede observarse a partir de algunos indicadores:
- Mayor presencia en los operativos de desalojo de: gendarmería, grupos especiales y guardias privadas.
- Aumento de asesinatos y heridos graves en conflictos de tierra.
- Creciente despliegue de operativos nocturnos para detenciones de campesinos.
- Aumento de casos de acciones policiales sin orden judicial en conflictos de tierra.
- Creciente criminalización de las familias campesinas.
Es decir, los casos de asesinatos se despliegan en condiciones de “militarización” de las áreas rurales de Argentina. Se trata de números, pero tienen nombres, y sus vidas no tienen valor de mercado, no suman, porque el valor que tienen es el de la diferencia entre la realización de un país donde quepan todas las naciones, ideas, sueños, habitado de dignidad y paz, que son los principios por los cuales vivieron ellos y ellas, o el país al que nos quieren acostumbrar.
Es que parece fácil acostumbrarse a ser complacientes con los “costos” del “progreso”, mientras las vidas las ponen los otros. Según la Comunidad de Estudios Campesinos (CEC), la violencia rural es parte de los dispositivos de que se valen los impulsores del agronegocio para controlar tierras en manos de pueblos originarios y comunidades rurales. La emergencia de la violencia en el “interior” de Argentina es contracara de la implementación de proyectos económicos basados en la explotación y agotamiento de los bienes naturales (del suelo y del subsuelo). No estamos frente a accidentes o excesos de las fuerzas de seguridad, sino que estamos frente a una de las condiciones necesarias para la consolidación del modelo neo-exportador en este país, el cual ha sido bautizado por los movimientos indígenas, campesinos y de pequeñas ciudades como “modelo extractivista”. En él no tiene cabida la soberanía alimentaria, ni tampoco importa el desarrollo sustentable, o las condiciones ambientales para las generaciones futuras, pues solo importa consumir los últimos rincones de biodiversidad del país en beneficio de un puñado, cueste lo que cueste.
http://www.copenoa.com.ar/Se-va-acabar-la-costumbre-de-matar.html

domingo, 12 de diciembre de 2010

Formosa: Hipocresía, discriminación y muertes

Miércoles, 08 de Diciembre de 2010 En la Argentina los pueblos indígenas son discriminados, silenciados y sometidos a un genocidio silencioso a través del tiempo, expulsándolos de sus tierras ancestrales, destruyendo la biodiversidad de los montes, esencial para su vida y sustento.
No se les reconoce su identidad, ni valoran sus culturas; viven arrinconados sin protección alguna y sufren la represión, en éste caso concreto en la Comunidad QOM La Primavera, en Formosa.

De víctimas, los indígenas han pasado a ser acusados de ser los victimarios, con la complicidad de jueces y el Gobernador de la provincia de Formosa, un terrateniente feudal que maneja la provincia de acuerdo a sus intereses.

Las consecuencias de la fuerte represión policial ordenada por el juez y el gobernador, Gildo Insfrán, su ministro de gobierno, Jorge González, el comisario de Laguna Blanca, Ricardo Cajes, es el asesinato de dos miembros de la comunidad Qom, Sixto Gómez y Roberto López, el día 23 de noviembre y la quema de 17 casas dejándolos en la total indigencia, donde continúan siendo amenazados.

A Buenos Aires llegó Félix Díaz, líder de la comunidad, reclamando el derecho de su pueblo; quien salvó su vida gracias a la ayuda de sus hijos que lo ocultaron en el monte para impedir que lo asesine la policía.

Félix intenta tener una entrevista con la Presidenta Cristina Fernández, esperemos pueda lograrla y reclamar el fin de la represión y el respeto a sus tierras según lo establece la Ley 23.160 de Emergencia de Tierras de las Comunidades Originarias del país.

Desde los ámbitos oficiales provinciales y nacional se enarbolan banderas en defensa de los derechos humanos, que se acota a la época de la dictadura militar desde 1976 a 1983, pero no se quiere mirar la situación actual de los derechos humanos que con absoluta impunidad continúan violándolos, como la Constitución Nacional, la Convención Internacional de los Pueblos Indígenas, proclamado por la ONU y la Convención 169 de la OIT-

Esto que señalo no es nuevo, es un grave problema estructural que viene desde hace muchos años, podríamos decir desde la conquista y la independencia como nación, que ha cumplido el Bicentenario para algunos, mientras los pueblos originarios continúan excluidos y discriminados.

Todo el manejo hipócrita de la gobernación de Formosa y las graves consecuencias que vive la Comunidad Qom, me recuerda a T. Mentón cuando señala que: "La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos empezar a ver. Si no vemos, no podemos pensar".

Hay mucha basura mental y debemos actuar rápidamente para evitar mayores males, como es la apropiación de las tierras de los hermanos indígenas en todo el territorio nacional.

Reclamamos la intervención de la Provincia de Formosa, la renuncia del gobernador Insfrán y de su ministro de gobierno Jorge González, con quien me entrevisté en Buenos Aires hace aproximadamente dos meses para tratar el problema de las comunidades en Formosa y terminó asumiendo la represión en lugar de una solución, beneficiando al terrateniente que quiere apropiarse de las tierras, Cecilio, Pedro y Ariel Celía, siendo uno de ellos el que disparó primero contra Félix Díaz
Reclamamos la destitución y procesamiento del comisario de Laguna Blanca y los policías que intervinieron en la represión y muerte de los hermanos de la comunidad La Primavera, habiendo llegado más de cien policías a caballo y de otras reparticiones de la provincia, mientras la Gendarmería Nacional se instalaba como espectadora y no para evitar la represión.
El Gobierno de la provincia de Formosa es aliado del Gobierno nacional, pertenece al mismo partido peronista K.

El Gobierno nacional tiene que tener claro que sostener a una gobernación que reprime y margina a los pueblos originarios no es ético, ni bueno para el mismo gobierno y el país, al que contaminan con la basura mental y acciones facinerosas y represivas.
He tratado estos días de comunicarme con el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en Casa de Gobierno, sin resultado alguno, pareciera que frente a éstos conflictos los teléfonos y celulares están "ocupados para no oír, ni ver".

El reclamo que quería hacerle es: el envío urgente de una comisión investigadora para determinar los responsables de los asesinatos, la quema de viviendas y se respete el derecho de los pueblos originarios y enviarles ayuda humanitaria, les falta agua y alimentos y reponer sus bienes quemados por la policía y los matones Celía.

La Gendarmería Nacional es dirigida y dependiente del Gobierno nacional, debe dar orden de protección a la Comunidad La Primavera y evitar mayores males. Estas desgracias pasan en el país y el gobierno sabe que en Formosa su aliado Insfrán no lo va a hacer.

El gobierno trata de "negociar" frente a la grave situación, entre el gobernador y la comunidad La Primavera, es decir en romance campero, "les quieren enroscar la víbora"; no deben caer en negociar con los asesinos; es necesario tener claridad conceptual y mucha firmeza, los crímenes cometidos contra los indígenas y la destrucción y quema de las casas no pueden quedar en la impunidad.

Es necesario señalar que viajaron a la Comunidad la Primavera, algunos diputados, representantes del INADI, de organismos de derechos humanos, Amnesty Internacional llevando solidaridad y apoyo, pero no es suficiente, hay que encontrar soluciones permanentes y el derecho de verdad y justicia.

La pregunta es si tiene que haber muertos y heridos, donde la desgracia y el dolor se instale para que los funcionarios del gobierno reaccionen y piensen qué van hacer para paliar o lo que es peor silenciar el dolor de los pueblos originarios, para que nada cambie.

La Argentina no es soberano, nos han transformado en feudos medioevales.

Tengo que señalar que otros gobernadores hacen lo que quieren y no lo que deben, como en La Rioja y San Juan, que actúan como feudos y desconocen la ley nacional de protección de los glaciares para beneficiar a sus socios y aliados de empresas transnacionales mineras como la Barry-gold y La Alumbrera.

¿Bicentenario, democracia, derechos humanos, para quién? Debemos liberar la palabra para comprender qué estamos viviendo.

El antiguo proverbio dice: "El pez no ve el agua, porque vive en ella" y muchas veces el agua está contaminada y podrida y no se ve.
http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=28253:formosa-hipocresia-discriminacion-y-muertes&catid=6:opinion&Itemid=59

domingo, 5 de diciembre de 2010

Formosa. Hipocresía, discriminación y muertes



                                                                  Adolfo Pérez Esquivel

             En la Argentina los pueblos indígenas son discriminados, silenciados y sometidos a un genocidio silencioso a través del tiempo, expulsándolos de sus  tierras ancestrales, destruyendo la biodiversidad de los montes, esencial para su vida y sustento.
             No se les reconoce su identidad, ni valoran sus culturas; viven arrinconados sin protección alguna y sufren la represión, en éste caso concreto en la Comunidad QOM La Primavera, en Formosa. De víctimas, los indígenas han pasado a ser acusados de ser los victimarios, con la complicidad de  jueces y el gobernador de la provincia de Formosa, un  terrateniente feudal que maneja la provincia de acuerdo a sus intereses.
             Las consecuencias de la fuerte represión policial ordenada por el juez y el gobernador, Gildo Insfrán, su ministro de gobierno, Jorge Gonzáles, el comisario de Laguna Blanca, Ricardo Cajes, es el asesinato de dos miembros de la comunidad Qom,  Sixto Gómez  y Roberto  López, el día 23 de noviembre y la quema de 17 casas  dejándolos en la total indigencia, donde continúan siendo amenazados.
             A Buenos Aires llegó Félix Díaz, líder de la comunidad, reclamando el derecho de su pueblo; quien  salvó su vida gracias a la ayuda de sus hijos que lo ocultaron en el monte  para impedir que lo  asesine la policía. Félix intenta tener una entrevista con la Presidenta Cristina Fernández, esperemos pueda lograrla y reclamar el fin de la represión y el respeto a sus tierras según lo establece la Ley 23.160 de Emergencia de Tierras de las Comunidades Originarias del país.
             Desde los ámbitos oficiales provinciales y nacional se enarbolan banderas en defensa de los derechos humanos, que se acota a la época de la dictadura militar desde 1976 a 1983, pero no se quiere mirar la situación actual de los derechos humanos que con absoluta impunidad continúan violándolos, como la Constitución Nacional, la Convención Internacional de los pueblos indígenas, proclamado por la ONU y la Convención  169 de la OIT-
             Esto que señalo no es nuevo, es un grave problema estructural que viene desde hace muchos años, podríamos decir desde la conquista y la independencia como nación, que ha cumplido el Bicentenario para algunos, mientras los pueblos originarios continúan excluidos y discriminados.
             Todo el manejo hipócrita de la gobernación de Formosa y las graves consecuencias que vive la Comunidad Qom, me recuerda a T. Mentón cuando señala que: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos empezar a ver. Si no vemos, no podemos pensar”.
             Hay mucha basura mental y debemos actuar rápidamente para evitar mayores males, como es la apropiación de las tierras de los hermanos indígenas en todo el territorio nacional
             Reclamamos la intervención de la Provincia de Formosa, la renuncia del gobernador Insfrán  y de su ministro de gobierno Jorge Gonzáles, con quien me entrevisté en Buenos Aires hace aproximadamente dos meses para tratar el problema de las comunidades en Formosa y terminó asumiendo la represión en lugar de una solución, beneficiando al terrateniente que quiere apropiarse de las tierras, Cecilio, Pedro y Ariel Celía, siendo uno de ellos el que disparó primero contra Félix Díaz
            Reclamamos la destitución y procesamiento del comisario de Laguna Blanca y los policías que intervinieron en la represión y muerte de los hermanos de la comunidad La Primavera, habiendo llegado más de cien policías a caballo y de otras reparticiones de la provincia, mientras la gendarmería nacional se instalaba como espectadora y no para evitar la represión.
             El gobierno de la provincia de Formosa es aliado del gobierno nacional, pertenece al mismo partido peronista K. El gobierno nacional tiene que tener claro que sostener a una gobernación que reprime y margina a los pueblos originarios no es ético, ni bueno para el mismo gobierno y el país, al que contaminan con la basura mental y acciones facinerosas y represivas.
             He tratado estos días de comunicarme con el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en Casa de Gobierno, sin resultado alguno, pareciera que frente a éstos conflictos los teléfonos y celulares están “ocupados para no oír, ni ver”.
             El reclamo que quería hacerle es: el envío  urgente de una comisión investigadora para determinar los responsables  de los asesinatos, la quema de viviendas y se respete el derecho de los pueblos originarios y enviarles ayuda humanitaria, les falta agua y alimentos y reponer sus bienes quemados por la policía y los matones Celía. La gendarmería nacional es dirigida y dependiente del gobierno nacional, debe dar orden de protección a la Comunidad La Primavera y evitar mayores males. Estas desgracias pasan en el país y el gobierno sabe que en Formosa su aliado Insfráin no lo va a hacer.
             El gobierno trata de “negociar” frente a la grave situación, entre el gobernador y la comunidad La Primavera, es decir en romance campero, “les quieren enroscar la víbora”; no deben caer en negociar con los asesinos; es necesario tener claridad conceptual y mucha firmeza, los crímenes cometidos contra los indígenas y la destrucción y quema de las casas no pueden quedar en la impunidad.
             Es necesario señalar que viajaron a la Comunidad la Primavera, algunos diputados, representantes del INADI, de organismos de derechos humanos, Amnesty Internacional llevando solidaridad y apoyo, pero no es suficiente, hay que encontrar soluciones permanentes y el derecho de verdad y justicia.
             La pregunta es si tiene que haber muertos y heridos, donde la desgracia y el dolor se instale para que los funcionarios del gobierno reaccionen y piensen qué van hacer para paliar o lo que es peor silenciar el dolor  de los pueblos originarios, para que nada cambie.
             La Argentina no es soberano, nos han transformado en feudos  medioevales. Tengo que señalar que  otros gobernadores hacen lo que quieren y no lo que deben, como en La Rioja y San Juan, que actúan como  feudos y desconocen la ley nacional de protección de los glaciares para beneficiar a sus socios y aliados de empresas transnacionales mineras como la Barry-gold y La Alumbrera.
             ¿Bicentenario, democracia, derechos humanos, para quien? Debemos liberar la palabra para comprender qué estamos viviendo. El antiguo proverbio dice: “El pez no ve el agua, porque vive en ella” y muchas veces el agua está contaminada y podrida y no se ve.

Buenos Aires, 2 de diciembre del 2010



El idioma de Félix Díaz

 Por Horacio González
Asistí a la conferencia de prensa que ofreció Félix Díaz, representante de la comunidad qom de Formosa. Escuchamos allí la vasta crónica de un sufrimiento que se arrastra a lo largo de la historia argentina. Precisamente, Félix Díaz pronunció pocas veces la palabra “Argentina”, pero cuando lo hizo se podía notar un matiz de angustia, de severidad pero de serena expectativa. Sería bueno que más dirigentes políticos, que más periodistas –hubo muchos, pero la conferencia no salió mucho en los diarios–, que más militantes de los grupos sociales y estudiantiles, hubieran escuchado ese modo de pronunciar el nombre que decimos muchas veces, sobre todo en el Bicentenario. “Argentina”. El matiz con que lo pronuncia Félix Díaz, inexistente en los lenguajes habituales del ciudadano rápido y del político ocupado (pues inventamos dialectos secos y sarcásticos para nuestras confrontaciones), me resultó profundamente conmovedor.
Ante el pulular de las cámaras, en la típica escena de captura nerviosa de imágenes, recordó los bosques, los cursos de agua y los pajaritos. Con una morosidad y un castellano perfecto, que es difícil escuchar entre nosotros, iba relatando paso a paso un hondo drama nacional. Los asesinatos de los habitantes de las comunidades indígenas no han cesado, eran muy graves cuando ocurrían en masa, en tiempos no tan lejanos, pero no son menos graves ahora, cuando actúan las tramas policiales que los ven como enemigos encarnando una ajenidad absoluta. Los gritos de los esbirros, “indio de mierda, te voy a matar”, eran recreados por Félix Díaz con una dicción perfecta, sin rastros de exaltación ni de rencor, para contar una tragedia, tal como lo habrían hecho los grandes relatores de la antigüedad, un Esquilo del río Bermejo.
“Aprendí castellano para decir estas cosas”, afirmó en una emocionante confirmación del valor de los idiomas cuando están cercanos a la justicia. El castellano de este hombre sensible y que anda con su hondera es tan nítido como vigoroso en su recuerdo de los orígenes de una lengua. Hablamos un castellano atravesado por certezas ya calcificadas y con muchos derechos ya conquistados. Lo hablamos bien o mal, pero con suficiencia, latiendo en su trasfondo indisfrazable muchas notas de encono y desafíos desdeñosos. Pero aquí no, Díaz hablaba de cosas graves con la lengua cercana a la justicia, al reclamo de vida y de respeto, entregando una escena primordial del modo en que se formaron los lenguajes del mundo. Lado a lado del derecho a formar una comunidad libre.
No es que no sepa de violencias. Su hondera para cazar pájaros, a la que se refirió varias veces, es un instrumento de caza y de autodefensa. También el lenguaje de Félix Díaz se halla cercano a la vida agreste, abrupta, inconsolable. Pensemos a estos pueblos, con estos dirigentes tan sutiles, como pueblos de la hondera, la tecnología ruda de los ancestros de la humanidad. Pero cuando dice “hondera” surge una verdad de lucha dicha con una calma que es la del hombre justo, no la del guerrero. Los pajaritos son signos de la naturaleza, vitalidad del bosque y también alimento. Esta áspera ambigüedad de las cosas es dicha con una serenidad que nuestras formas de detectar lo ambiguo ya ha perdido.
Piden tierras al país en que viven, en el país en que viven, y por el país que han aprendido a hablar en un idioma que los constituye no sólo en esa destreza idiomática, sino en una reivindicación que no tiene astucias ni laberínticas peripecias. Son tierras que les pertenecen. Lo dicen los papeles. Lo dice la misma historia nacional. Saben de qué se trata pues hablan de negociación y diálogo. Pocas veces he escuchado pronunciar la palabra negociación sin que me pareciera un término vicario, sumiso o taimado. “Indio de mierda, te voy a matar” es una aseveración que también habita el repliegue oscuro de la historia argentina. Toda una literatura encumbrada quiso exorcizarlo. Ni Echeverría ni Hernández ni Mansilla aceptaron ese grito, pero no supieron cómo apartarlo para siempre. Grito ancestral de una veta repudiable de una formación nacional, Félix Díaz habla de ella con profundo dolor, pues surge del país que es el suyo y que demasiadas veces ha entumecido la capacidad de escuchar el modo en que puede ampliarse hacia zonas más ricas de la justicia social.
El modo de usar la lengua argentina es una inflexión sugestiva que nace de los idiomas guaycurúes subyaciendo en su milenarismo lleno de quebraduras insondables, pues conoce el desprecio ajeno y las formas de injuriar propias que son la vida interior de toda lengua. No es una historia idílica, pues ninguna lo es. Pero en la expresión idiomática de Félix Díaz se halla no sólo la reivindicación de la tierra y la condena a la torpe represión, sino una promesa de ampliar la sensibilidad misma de la urdimbre cultural argentina. Cuando dice “criollos”, un tono de vacilación se apodera de lo que cuenta. Un leve acento de extrañeza sacude su relato, pues esos “otros” somos nosotros, a los que nos interroga con decisión y convencida ingenuidad, pues sabe que utiliza un término prestigioso por el que transcurre la leyenda central del país.
Ahí pone su interrogante, que si es atendido, es la propia autorreflexión de un país ampliando sus contornos y también sus contenidos. Jefe sereno, infortunado y perseguido, Félix Díaz sabe que cuenta con partes enteras de una formación nacional de la que conoce como nadie su lado hostil. Habla con respeto profundo de la Presidenta. Para miles y miles de argentinos, incontables espíritus desasosegados, imbuidos de la necesidad de los cambios que reclama la hora, un diálogo entre el idioma de Félix Díaz y el de la Presidenta de la Nación sería un acontecimiento capaz de recrear muchas dimensiones de la justicia, la razón y el idioma de los argentinos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-158102-2010-12-05.html

OTRO ATAQUE A LIDER TOBA DE FORMOSA

Fecha: sábado, 4 de diciembre de 2010, 19:05


2 de diciembre de 2010
 
 
A LA OPINIÓN PÚBLICA
 
 
Una semana después de la represión en la comunidad qom (toba) La Primavera, ocho criollos armados intentaron asesinar a otro líder indígena en la provincia de Formosa.
 
Carlos López, miembro de la Comunidad qom 503 (Departamento Patiño), salió de su casa ayer por la mañana para ir a pescar a una laguna a la que acude cotidianamente, localizada a unos pocos kilómetros de su domicilio. Cuando ya estaba por regresar fue interceptado por ocho personas, entre las cuales reconoció a “Chingolo” Albornoz, mecánico de la localidad Estanislao del Campo. Sin pronunciar una palabra lo agredieron físicamente.
 
De acuerdo con el informe de Valentín Suárez, líder qom de Riacho de Oro que se dirigió hacia la Comunidad 503 a fin de recoger el testimonio de la víctima, los criollos intentaron ahogarlo: “forcejearon, le pegaron con golpes y patadas —explicó Suárez— y Carlos tiró su bolsa con pescado a la laguna para poder defenderse. Trataba de que nadie lo toque pero lo agarraron del cuello y de las manos. Le sacaron la ropa, lo desnudaron. Fue ahí que lo metieron al agua para ahogarlo y él se metía más al fondo para poder salvarse. Cuando no daba más, agarró a uno de sus agresores y se metía más al fondo con él. Entonces, los otros agresores retrocedieron a la playada”. Suárez continúa el relato ofreciendo detalles del momento en que intentaron asesinarlo con armas de fuego: “Albornóz, se fue a donde estaba estacionada su camioneta. Allí tomó su arma y apuntaba con ella a la laguna donde estaba Carlos. Otros criollos estaban en la playada y con pistolas le apuntaban también”. Debido a que uno de los criollos se encontraba emplazado en un lugar en el que interfería involuntariamente el blanco —que era el cuerpo de López— el resto le gritaba que se corriera. “Al escuchar esto—continúa Suárez— Carlos lo tomó a modo de escudo para poder defenderse de los inminentes disparos” y lo arrastró dentro del agua, lo cual impidió que descargaran sus armas. Una vez que los criollos retrocedieron, López lo soltó. Tras el intento fallido, los agresores se retiraron dejando al dirigente qom en la laguna sin ninguna de sus pertenencias. López llegó a su casa completamente desnudo, golpeado, débil y con el cuello arañado. Sus hermanos lo recibieron y, una vez que logró recuperarse, se dirigieron hacia la comisaría del pueblo 503 para efectuar la denuncia. Al llegar se encontraron con el recinto cerrado con candados, sin ningún agente que los recibiera.
 
Tal como ocurre no sólo en La Primavera sino también en otras comunidades del país, la Comunidad 503 no tiene título de propiedad de sus tierras. La laguna a la que suelen ir a pescar se encuentra dentro del espacio que los qom reconocen como territorio ancestral, una laguna utilizada desde tiempos inmemoriales a la que acudían los antepasados qom para procurar su alimento. Hacia mediados de la década de 1980, el Vicegobernador Rivira envió topadoras con la finalidad de hacer chacras para los indígenas de la zona. Con la creciente del río Bermejo en 1985, quienes se habían asentado allí perdieron sus casas y chacras y se asentaron a unos pocos kilómetros de la laguna. Fue en ese momento que Héctor Amargan, una persona del pueblo, ocupó dichas tierras. Alegando que eran de su propiedad, cerró los accesos a la laguna con candado y no permitió nunca más que los indígenas de la Comunidad 503 pescaran allí.
 
El Consejo de Comunidades Originarias de Formosa denuncia este hecho de violencia ejercida hacia otro líder qom y considera que la agresión hacia López no es un hecho aislado, sino la aplicación de una política sistemática del gobernador de Formosa con la complicidad del Ministro de Justicia de la provincia. El intento de homicidio de Carlos López, el asesinato del líder indígena Mario López (atropellado por uno de los agentes policiales que se dirigía hacia el velatorio del oficial que murió en La Primavera) en Estanislao del Campo el mismo día de la represión y las siete balas dirigidas hacia Félix Díaz  por parte de policías y civiles montados en caballos que le gritaban “indio de mierda, te vamos a matar”, mientras éste se defendía con la gomera que utiliza desde su infancia para cazar pájaros destinados al consumo, responden a una maniobra planificada para debilitar la lucha indígena en Formosa. No sólo apuntan a silenciar las repercusiones de la masacre del martes 23 de noviembre, sino también a socavar las demandas de titulación de los territorios ancestrales amparadas en uno de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas: el derecho a la “posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan”, tal como reza la Constitución Nacional (Art. 75 inc. 17).
 
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), profesores de diversas universidades nacionales e internacionales, y estudiantes de distintos puntos del país que hemos repudiado la represión contra los qom de La Primavera, exigimos que se investiguen estos hechos de violencia y muerte. Demandamos la aplicación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al que nuestro país adhirió mediante Ley Nacional 24.071, de la Ley Nacional de relevamiento territorial 26.160 y del resto de las normativas vigentes. Mediante la presente, ponemos nuevamente a disposición nuestros conocimientos y experiencias de investigación para que el estado argentino —incluido el estado formoseño— garantice los derechos de los pueblos indígenas a las comunidades que se encuentran luchando por sus territorios, por sus memorias e historia, por las generaciones que les precedieron y por las que les sucederán: por sus vidas.   
 
ENTREVISTAS EN BUENOS AIRES: AUDEN CHAROLE 03717-553927
ENTREVISTAS EN FORMOSA: VALENTÍN SUAREZ 03716-616408
 
LA DENUNCIA YA FUE HECHA ANTE LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE LA NACIÓN Y AMNISTÍA INTERNACIONAL